Hábitos térmicos (o "qué caloooorrrrrr")

"Actualmente, a la gente le gusta sudar en invierno y temblar en verano, esto hay que entenderlo porque si mantenemos esa misma costumbre con un corrimiento de seis meses obtenemos un importante ahorro de energía.
"Parece que estuviéramos programados: a medida que se acerca el invierno nos vamos mentalizando para no soportar el frío y mientras se acerca el verano nos preparamos para no tolerar el calor.
Sin embargo es incríble cuánto frío y calor resiste el cuerpo humano: en invierno resistimos elevadísismas temperaturas de lugares sobre-calefaccionados, con gruesas ropas y encima queremos más calor. Al ducharnos (cuando se activa el "sistema de refrigeración del cuerpo") nos sentimos destemplados y la temperatura del baño supera la del desierto tropical en su peor día.
En verano, no hay frío que alcance. (...)
Es imposible imaginar hasta dónde resiste el cuerpo cuando uno disfruta del calor y goza del frío, y que se puede cuando se sufre. (...)
Si no tuviéramos sugestión alguna, si apenas soportáramos en invierno igual frío que soportamos acualmente en verano y viceversa, no podríamos caminar sobre brazas pero tampoco haría falta tanta calefacción ni tanto aire acondicionado que requiere tanto combustible, ni haría falta bombardear Irak para seguir manteniendo una "forma de vida normal" ".
(Antonio Urdiales Cano en La Buena Tierra 5 (91) )


"Control mental, control mental..." me repito, mientras me imagino que afuera hace 3· bajo cero y que las gotas que corren por mi espalda son producto de la agradable calefacción; y mientras voy en busca de una bikini pienso en los pobres chiquitos de Baghdad, esforzándome por no prender - aunque sea por un rato - el ventilador de techo.