jueves, marzo 06, 2008

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se llena de agua.

Amén de esta lluvia intransigente, que amenaza con dejarnos a todos permanentemente convertidos en unos nostálgicos, en malos borradores de poetas sin ropa limpia (y hacer de la papa un bien suntuario), amén de esta lluvia tan lírica, decía, siempre aparece la nota trivial, el dato superficial, que pone un toque de desafectado verano en este otoño prematuro:
Y así - redepente y sin querer - me entra el pantalón de talle imposible que estaba aún sin estrenar, y yo me voy todavía más contenta bajo la fina garúa...porque la etiqueta recién cortada decía "$18".

5 Comments:

At 6:42 p. m., Blogger tinch said...

Aaaah, te la jugás eh. Digo, con tanta lluvia se podía mojar y achicar, ¿no? ¿O es un mito?

Qué viva la ropa barata.

 
At 6:42 p. m., Blogger tinch said...

Que viva la ropa barata. No quise decir que la ropa barata es una viva bárbara. Qué salame. Yo, el salame yo. O sea: que salame.

 
At 3:01 p. m., Blogger N N said...

Qué viva.

... digo: que viva!!!

mmm... lo de que se achica no es con agua caliente? no sé, es posible que en alguna de las películas que mira ustét las chicas salgan a la lluvia y se les achique la ropa, pero no me consta.

 
At 4:21 p. m., Anonymous Anónimo said...

que llueva, que llueva
la ropa como nueva
la plata no me alcanza
se me creció la panza
que sí, que no
me como un bonobón
con jugo de melón
y un triple de jamón!!!

 
At 7:42 p. m., Blogger N N said...

... qué gusto, amalio, ustét desperdigando su puesía por acá!
¿Esto vendría a ser el preludio a los posts sobre el gimnasio? digo.

 

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