jueves, julio 07, 2005

almost blue (post-nostalgia, casi)

Las místicas vinculaciones del olfato con la memoria son un lugar harto común. Por alguna extraña razón que algún aburrido se empecinará en explicar, los olores pueden transportarnos automáticamente a lugares y momentos pasados. La primera vez que vi tratando el tema debe haber sido en este libro (*).
En mi opinión es una función muy simpática del cuerpo (como las lágrimas) y misteriosísima (como la habilidad para mover las orejas), pero también puede ser MUY molesta. Muy. Desde hace unos días, por ejemplo, me quemo la cabeza pensando por qué el polvo limpiador (encantadora paradoja) Odex, el azul, me recuerda intensamente a los primeros años de la primaria. Primero supuse que en el primario limpiarían las aulas/baños con Odex. Después pensé que era ridículo que limpiaran los baños del primario con un producto y el resto con otros (porque recuerdo que incluso muchos años después, las aulas de primer grado seguían oliendo así). Después pensé que debo estar loca. Pero justo después, tras un arduo esfuerzo de rememoración (que involucró hipnosis con virulana y cuchilla oxidada en mano y otras prácticas fuleras) me dí cuenta. CREO HABERLO RESUELTO: el olor del Odex azul me hace acordar al pote de témpera del mismo color. Al que usábamos en primer grado, y a aquél inefable (e inacabable) tarro de Alba azul con el que también pintaba en casa. Misterios de ayer y de hoy.
Próximamente, caro lector, sale rigurosa comparación de las listas de ingredientes de ambos productos (después de todo, el Odex también se pone azul cuando se lo mezcla con agua en generosas cantidades). Mientras tanto, sigo tratando de acordarme por qué el olor a coliflor también me pone toda nostálgica.

viernes, julio 01, 2005

¿Aprosópito?

Clarín, miércoles 29:
El titular de la Confederación de los Trabajadores de la Educación (...) y uno de los jefes de la CGT, salían de reunirse con el ministro de Educación, Daniel Filmus, a quien le expresaron la necesidad de aumentar lo recursos (sic) para la educación.
Vamos, alguien se quiso hacer el gracioso.

Formas de volver después de mucho tiempo

1) El retorno culposo: pidiendo disculpas (como si a alguien le importase)

2) La vuelta de una ausencia justificada: dando explicaciones y haciendo alarde de la ocupada vida offline que atentó contra el posteo (como si a alguien le importase)
Acá estoy y antes que nada pido disculpas por mi ausencia. Entre los exámenes, la mudanza, el laburo, el congreso en Botswana y la nena que no paraba de llorar, no me quedó un minuto para escribir algo para que todos mis lectores tengan algo que leer en su blog estrella cuando llegan al laburo (mientras esperan que se haga el café y que llegue el jefe para hacer como que trabajan)


3)La re-entrada triunfal: con un post genial, lleno de efectos especiales, novedades de último momento y fina ironía, que intenta capturar a los (pocos) ex-habitués que habían huído al ver las telarañas que se formaban en el último post. (Suele demorarse unos meses).

4)La tímida y lastimosa: quejándose de que nadie lee y que sólo algún desorientado comenta, que a nadie le importa, pero que igual, ya que estamos, y por qué no, seguimos. creo. (dejando, de paso, comentarios en todo weblog conocido o desconocido para asegurarse que todos saben que vuelví).

5)El descargue furioso: publicando frenéticamente, a un ritmo de ocho o nueve posts por hora - o unos quince párrafos por post - (porque se me acumularon tantas genialidades, y además no sea copsa que nadie se entere que resucité).

6)Sin Comentarios: haciéndose la boluda y postendo cualquier pelotudez. Aquí no pasó nada.